Con esta actuación pienso: qué bonito es ser solidario; no nos cuesta nada aportar, en este caso yo, un pequeño grano de arena para que la gente no sufra, y yo siempre he estado al lado de la gente que sufre”
Almudena Santana / Wendy Cruz - José Velázquez Jiménez, cuyo nombre artístico es José Vélez, nació el 15 de noviembre de 1951 en Telde, Gran Canaria. Con una trayectoria de 40 años a sus espaldas, y tras regresar de una gira de dos meses por Sudamérica, vuelve a Gran Canaria para ofrecer un espectáculo único y, quizás, irrepetible. José Vélez cantará en un concierto solidario, junto a la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria, el próximo 17 de diciembre en el Auditorio Alfredo Kraus de Las Palmas de Gran Canaria.
P- Actuará usted el próximo 17 de diciembre, ¿por qué con la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria?
R – Estuve visitando las instalaciones de la Obra Social, hace como dos años, y me quedé muy impresionado de lo que vi porque, realmente, no daba crédito. Eran personas de todas las edades que tenían una vida estructurada y, por lo que sea, un día la vida les dio la espalda y se quedaron en la calle sin nada, sin comer… la Obra Social Acogida y Desarrollo acoge a estas personas, trata de curarlas, darles de comer y darles su techo; también tienen psicólogos, y medican a esas personas hasta que se curen. Hay gente con drogadicción y problemas con el alcohol. Sinceramente, me quedé muy impresionado cuando llegué a Vegueta, que es donde tienen a la gente que está enferma de verdad. Estuve luego en otro lugar que tienen en las afueras de Las Palmas donde la gente ya está curada o intentan estar bastante mejor, y pueden ejercer mejor su trabajo. Ellos mismos me han dicho que pensaban que no tenían salida nunca más y ahora están trabajando, ven a su familia y vuelven al centro. Llega un momento en que pueden hacer una vida de seres humanos. Lo más maravilloso que le puede pasar a alguien es que su autoestima la tenga bien, porque un ser humano sin autoestima es lo peor que puede haber. Esto me impresionó mucho. Le pregunté al Hermano Jesús qué podía hacer yo para ayudar a esa gente, pues lo único que sé hacer es cantar. Buscamos una fecha. Esto fue creciendo mucho y cuando otros se fueron enterando de que iba a ser yo el concierto con mi banda de siempre, se unió la Filarmónica; realmente es un gran lujo, también para mí. Yo he cantado con orquestas grandes—en festivales y demás— pero tener el privilegio de cantar con la Orquesta Filarmónica con 100 músicos detrás; que me dirija mi buen amigo y talentoso Ignacio García Vidal, realmente es un lujo y creo que la gente va a salir muy contenta. Doy las gracias a las personas incondicionales que siempre me han seguido, que me quieren y que nunca me han fallado; el teatro me acaba de comunicar que quedan pocas localidades. Les doy las gracias, pero también la Obra Social, porque todavía hay muchos proyectos por hacer.
P- Uno de sus sueños era tocar con la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria
R – Bueno, mi sueño es seguir cantando hasta que la gente me diga que ya basta. Creo que cualquier artista y cantante de música ligera como yo sueña con cantar, y más ahora que todo está enlatado y que todo vale, y que los ordenadores ganan a los músicos humanos. El poder cantar con humanos en un escenario con 100 personas me parece que es una gloria para los oídos. Han hecho también un gran esfuerzo porque han buscado arregladores en la Península para adaptar mis canciones de siempre y mi repertorio popular a la Orquesta. Son cosas muy costosas y están encantados, tanto ellos como yo.
P – ¿Con esta actuación usted alcanza su meta musical?
R – Con esta actuación pienso: qué bonito es ser solidario; no nos cuesta nada aportar, en este caso yo, un pequeño grano de arena para que la gente no sufra, y yo siempre he estado al lado de la gente que sufre. Yo empecé mi carrera hace casi 40 años y he cantado en muchísimos lugares de una forma desinteresada para levantar colegios, últimamente para la lucha contra el cáncer, contra el SIDA… no solamente en España. En esta vida, estas cosas reconfortan mucho.
P – ¿Usted primero conoce los proyectos y se solidariza con las causas, o es algo que piensa hacer y luego lo lleva a cabo?
R – Lo que me gusta es que las cosas sean claras, porque cuando uno lleva muchos años cantando ha venido mucha gente a pedirme lógicamente que colabore, pero también he visto a veces que existen oscuridades. Cuando veo que algo está claro y que el dinero se va a emplear de una forma directa, yendo al lugar donde tiene que ir, yo estoy siempre. Por otro lado, también juego con las fechas. Acabo de llegar de Argentina; me he pasado dos meses trabajando por allí, con mucho éxito, por cierto, y ahora me marcho a finales de enero hasta marzo para actuar en Argentina y Colombia. Es decir, las fechas no las tengo tan libres como para disponer de los teatros, pues hay que pedirlos con mucho tiempo de antelación.
P – Casi 40 años de trayectoria musical, ¿cuáles son los ingredientes para tanto éxito?
R – Creo que tengo un público incondicional, después de tantos años me quiere y me sigue, lo es todo. Es cierto que hay gente que se moviliza y se va hasta cualquier parte para verme. Lo agradezco con todo mi corazón. En Argentina me pasó, mucha gente venía de miles de kilómetros para verme en el Luna Park, en el Gran Rex o en el Colonial en Buenos Aires. Creo que esto es impagable. Es gente que ha estado siempre conmigo y les da igual que tenga o no un disco de moda, o que haya pasado el tiempo y que me haya hecho mayor. En la última actuación en Córdoba (Argentina) había casi 13.000 personas viéndome, como si fuera un cantante de rock. Muchas veces me quedo alucinado; creo que la varita de Dios me tocó en el hombro, porque llevar tantos años en la música y seguir haciendo lo que te gusta es lo más hermoso que le puede pasar a alguien en la vida. En un momento, además, en el que las cosas andan muy mal, desafortunadamente, en muchos lugares del mundo, pero también en España que es mi país y Canarias que es mi patria. Me da mucha rabia que haya tanta gente, incluida gente de mi familia, que se encuentre sin trabajo; porque estar sin trabajo es lo peor que le puede pasar a un ser humano.
P – Hablando de éxito, ¿sabe usted que quedan sólo unas 300 entradas por vender?
R- Me quedo asustado porque sólo hace 3 días que se pusieron a la venta. La gente del teatro dice que esto nunca había pasado. También sé que la gente de Canarias es muy solidaria y se vuelca cuando hay un evento de este tipo. Además, yo creo que es un caramelo, porque la gente a la que le gusta José Vélez va a ver a un José Vélez que nunca ha visto porque será una orquestación impresionante la que habrá detrás; es una dimensión diferente. Escuchar “Canarito” tiene que poner los vellos de punta, pero no sólo por la voz, sino también por el entorno. El teatro tiene también una magia especial. He tenido la suerte de conocer personalmente a Alfredo Kraus, me dio muchos consejos y no los he olvidado. Entonces, estar cantando ahí, hacer un recital de casi dos horas con la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria… ¿quién le iba a decir a Joselillo Velázquez—cuando cantaba aquí en Telde, en donde me llamasen, y sabe todo el mundo lo duro que ha sido para mí empezar y salir en la música—que en este momento, con 60 años, le iban a pasar estas cosas? Es una gloria de Dios.
P – ¿Sigue habiendo José Vélez para mucho tiempo?
R – Yo espero que sí. La gente me dice que tengo mejor voz que antes. Soy un hombre que me cuido mucho. La garganta es un instrumento que, si lo cuidas, puedes estar muchos años y estar cantando.
P – ¿Dónde se siente más arropado? ¿En Canarias o en América?
R – Me siento muy querido en mi tierra, pero mi segunda patria y hogar es América del Sur; y que me perdonen los demás, pero siempre lo he dicho, porque me siento muy querido y muy respetado. Eso con palabras no te lo podría explicar.
P – En general la gira por América, ¿cómo ha sido?
R –Hacía unos tres años que no iba porque me gusta, de vez en cuando, hacer que la gente descanse de mí, aunque en Telde hace más de 4 años que no canto. La gente me manda e-mails para saber por qué no canto en Telde. En algún momento cantaré porque Telde para mí siempre ha sido muy importante: aparte de ser la ciudad donde nací, me ha apoyado siempre muchísimo de forma incondicional. No hay que olvidarse de las noches de Melenara; he hecho tres conciertos allí con unos llenos impresionantes. No creo que haya habido un lugar en Telde en el que haya estado José Vélez que no se haya llenado. Esto sólo se lo debo a la gente, son ellos los que hacen que el artista permanezca o no. Por mucho que quieran hundir a un artista la gente es muy sabia y es la que al final decide siempre. No es normal que con tanta gente joven como sale… el año pasado sacamos “De 5 estrellas” y se convirtió en el disco más vendido en las 7 islas. Esto está ahí y realmente todo esto se lo debo al público.
P – ¿Cuál es el próximo objetivo, después de la siguiente gira por América?
R - Quiero hacer una gira de teatros, no muy pequeños si pueden ser, porque siempre llevo músicos, ya que no me gusta ir con pregrabados. Es gente que cobra (risas). Estoy preparando una buena gira por las 7 islas que la queríamos hacer este año, pero he venido muy cansado y un poco malo de tanto viaje; es lo que pasa siempre cuando se recorren tantos kilómetros.
P – ¿Cuál sería otro de sus grandes sueños?
R – Me gustaría cantar en el Auditorio del Parque Urbano de San Juan, porque es uno de los pocos lugares de Telde en los que no he cantado. Me gustaría dar un recital maravilloso ahí, como se merece el público y la madurez en la que está el José Vélez de ahora. Cuando tengo la suerte de tener la voz bien es cuando más experiencia se tiene, y creo que es cuando al desamor y al amor se les canta mejor. Siempre he sido un hombre que, cantando en vivo, he tratado de dejarme todo lo que tengo, y creo que eso la gente lo nota.
P - ¿Fuera de la isla, de qué manera lleva a Telde dentro de su corazón?
R – Telde lo llevo en mi corazón por muchas cosas, no sólo porque sea Telde. Aquí tengo a la gente que quiero. De hecho, tengo mi casa en Madrid y cada día que pasa vengo más aquí, por algo debe ser. Telde y sus calles están impregnados en mí. No soy más patriota que nadie, pero Telde me ha dado mucho. Aunque la gente no se manifieste mucho cuando estoy en la calle, sí es gente legal porque cuando hago una actuación, allí están ellos. Me gusta que sean así.
P – ¿Va a adelantarnos algún secreto de la actuación del próximo 17 de diciembre?
R – Va a haber unas 16 canciones con la Orquesta, que es mucho. El resto serán tres o cuatro canciones a piano con uno de los mejores pianistas de Canarias, Sergio Alonso. Realmente es un lujo cantar una serie de canciones con él; será como un matiz con una especie de silencio que en los teatros queda muy bonito. Mi música va a sonar clásica, absolutamente, pero sin perder la entidad de José Vélez ni la personalidad de su música.
P – Las canciones de José Vélez emocionarán al público con usted solo al piano, algo se sentirá en el Auditorio, y usted también lo sentirá…
R – Imagínate que estoy con dolor de barriga (risas). Llevo tantos años que da la impresión de que como llevas tanto tiempo no tienes por qué estar preocupado. El día que yo deje de sentir este miedo y la ilusión de un niño que vuelve a hacer las cosas por primera vez; yo me retiro cuando me falte este gusanillo. Tengo mucha ilusión porque llegue el día 17 de diciembre porque espero que sea un concierto emocionante y que la gente se divierta. El que esté la Filarmónica no quiere decir que estemos todos rígidos: la gente puede cantar, puede hacer palmas y pasárselo muy bien. Cantaremos también mis éxitos de siempre, es decir, va a ser un show llevado al teatro con la Filarmónica, pero con mi sello.
P – ¿Cuántos ensayos previos habrá?
R – El lunes hay una lectura con toda la Filarmónica en el lugar de ensayo de ésta, al lado del Auditorio Alfredo Kraus. Después, tenemos como dos o tres ensayos más, tampoco hace falta mucho porque vienen los arreglos hechos perfectamente. Además, el director es fantástico; tengo con él una relación muy buena de trabajo y todo marcha ya viento en popa
F.RAventura
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