lunes, 25 de julio de 2011

Radio Aventura SXXI en 107.8

Conste que lamento darles esta triste noticia, pero es motivo también de darle las gracias al personaje que nos ha hecho sonreír, pensar, y hasta nos ha hecho reaccionar

Durante diez años, he prestado mi voz a un personaje que yo mismo he creado, con el fin de darle a la radio una opinión distinta, proyectando en Andresito los sentimientos de verdad, justicia, denuncia…, etc; pero todo tiene su fin.

Y no es que Andresito haya muerto, ni se jubile; simplemente, el personaje se está tragando y dañando fuertemente al que le presta la voz, razón por la que a partir del 29 de julio, la voz ronca, libre, a veces descarada, y en el hablar del pueblo llano y sencillo enmudece.

Y ello para que desapareciendo uno pueda seguir el otro, al cual el personaje, poco a poco estaba “matando”, dejándolo realmente ronco, y con sus cuerdas vocales dañadas. Que en la radio, sin voz, uno es como el coche sin ruedas, y por ello, aún sintiéndolo mucho, y cual si destruyera o matara al personaje, me quedo sin mi sombra o mi otro yo. Me da pena, pero la salud está por delante y que nadie piense otra cosa. Que hermano y padre de Andresito, Carmelo Martín, les va a seguir diciendo la verdad como las decía mi invento: Andresito.

Y es lástima, porque si nombre tenía también sobrenombre o apodo, que respondía justo a lo que hacía: quejarse, en un anticipo de diez años a los hoy indignados, que cuando no podía aguantar más mentiras, corrupción, falsedad, etc., saltaba con su voz ronca, denunciando abusos, corruptelas y mafias, por no seguir calificando desafueros. Es el caso, que en adelante, con voz normal, sin prestarla, sin dársela a nadie, trataré de seguir, pero ya sin doblez, sin esconderme tras un personaje que se ha hecho popular y que muchos hasta creyeron existía realmente, sin haber descubierto que se trataba de mí mismo y que proyectaba en el anciano cascarrabias que me servía de soporte mi propia opinión, que al ser dada a un personaje, como que no era yo mismo, aún siéndolo, ya que él era otro siendo un servidor.

He ahí el juego. Para muchos será la muerte o desaparición de un personaje que muchos esperaban, otros tanto odiaban y los mismos lo querían y defendían. Pues no en vano era la voz del pueblo y eso es lo que intentaba. Que Andresito fue y era necesario y sin él las cosas hubieran sido peores, no cabe dudarlo; pasa, que ahora sin él, quedamos en menos radio, pero con más voz. Trataré de sustituirlo, si bien el tono y contenido ya no va a ser el mismo, salvo que sí seguiré con la misma filosofía: defender la verdad, descubrir el error y los chanchullos, pero sin personaje, ahora -como con él- dando la cara, de la forma tradicional y como lo hace todo el mundo.

Me imagino serán muchos los que lo lloren, y los mismos los que lo aplaudan, pero el anciano estaba ya muy cascado y el médico le ha dicho cuide su voz y garganta, por lo que hemos mandado al silencio a Andresito, pero no a callar a Radio Aventura S.21, que seguirá en la misma tónica y línea editorial, si bien con una voz menos que trataré de suplir con creces, si cabe, pero sin poner en más riesgo la propia voz, voz que compartía con un personaje que a la par que yo le daba vida, él me la quitaba, y como el amor o caridad empieza por uno mismo, he dado vacaciones indefinidas a Andresito.

Si hubiera sido un personaje real -al igual que siendo de ficción- hay que darle las gracias, por su fidelidad, por su constancia, por su lucha…, y sinceramente creo, que Telde pierde un vocero importante, y casi puedo decir que matar a una propia criatura, o desaparecerla, es como estar de luto; me duele, y estoy triste, me quedo como un poco más solo, pero sigo con el cariño y la estima de los que aman la verdad, la justicia, la honradez, etc., valores que encarnó Andresito, el cual en la radio llenó un espacio, que ahora queda hueco, vacío, callado.

También yo -Carmelo Martín- necesito, más que un descanso o apartamiento, un tiempo de reposo, en el que reponga mi propia voz, afectada por el querido abuelete, anciano y protestón Andresito, y conste que me va a costar no saber vivir ni estar sin él, por eso incluso creo que hasta sin querer, algún día el anciano resucite y por segundos, traicionándome el subconsciente, salga algún rejo de su voz, que trataré de silenciar tan pronto sea consciente de ello, pues digo, remedarlo o darle nueva vida, sería a costa de la mía, o mi propia salud oral.

Conste que lamento darles esta triste noticia, pero es motivo también de darle las gracias al personaje que nos ha hecho sonreír, pensar, y hasta nos ha hecho reaccionar, enfadar, alegrar, e incluso nos ha engañado creyendo que existía, y no era sino una proyección de mí mismo, que durante una década, nos ha acompañado, y lógico notemos su ausencia a partir de ahora, como cuando un amigo se va; pero nos deja sus denuncias, sus opiniones, sus quejas, y muchas horas de grabación y en el recuerdo.

Gracias Andresito, pase usted al limbo o a las páginas de la Historia de la Radio; un personaje, que ha hablado y ha dicho lo que pocos o ninguno se han atrevido merece usted un descanso y lo despedimos de la Radio. Le llegó a usted el retiro, la jubilación, y queda como solución que si un imitador quiere retomarlo no tengo inconveniente que así sea, siempre y cuando sea fiel a su espíritu y no cambie de comportamiento, pero para ello, habría que hablar. Por ahora, el que se calla, con pena y dolor es él. Un servidor -Carmelo Martín- les seguirá acompañando

F.RAventura

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