Desde
la década de los 90 la radio muestra una progresión intermitente en lo
tocante a nivel de audiencia, subiendo en cuatro puntos en el periodo
1997 - 2018 (55,0 a 59,0). Pero sin ser el medio que más crece, pues en
este sentido destacaría especialmente Internet, la radio mantiene el
tipo siendo uno de los poco medios que incrementa porcentualmente su
audiencia. Los datos actuales la sitúan en el puesto cuarto, detrás de
Internet, Exterior y TV.
En
lo tocante al total de minutos de consumo diario, la radio parece
mantener valores parejos a nivel sumatorio entre 1991 y 2017, pero
evidencia notables diferencias en su tipología de contenidos. Mientras
que la radio generalista reduce su consumo diario por oyente en 20
minutos, la radio temática muestra un incremento de 15 minutos al día.
Tal
vez la radio pudiera experimentar mejoras si se decidiese a implementar
avances tecnológicos tangibles para el oyente, ya que a pesar de ser un
medio basado en el sonido, la calidad media de su señal está muy por
debajo de lo que sería deseable. Como ejemplo se podría citar el
desconcertante caso de la DAB (Digial Audio Broadcast = Radio Digital
Terrestre) en España, país en el que no ha terminado de consolidarse por
falta cohesión entre los radiodifusores públicos y privados.
Este sistema, además de ofrecer algunas mejoras (entre ellas una mejor calidad de recepción), permitiría implementar sonido envolvente (en la versión DAB+), lo que facilitaría nuevas posibilidades creativas y a buen seguro generaría una mayor expectativa en algunos de sus contenidos. Si la radio es sonido, ¿por qué no cuidar su esencia
F.URJC
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