miércoles, 19 de agosto de 2015

Radio Huaya, 5 décadas en sintonía con la lucha social

Huayacocotla, Ver.- Radio Huaya nació cinco décadas atrás en medio de un contexto latinoamericano de alfabetización de los pueblos indígenas; convirtiendose después en el espacio de difusión de movimientos y luchas sociales, hermanando pueblos enteros y consolidándose como el medio de comunicación por excelencia de esta región marginada del país.
El bullicio llama desde el centro de la ciudad a convivir en la fiesta del aniversario número 50 de la pionera de las radios comunitarias en México, Radio Huaya “La Voz Campesina”, la cual se instaló en 1965 en este pequeño municipio enclavado en la Sierra Madre Oriental, cerca de los límites con el estado de Hidalgo, en la llamada huasteca baja. Cuenta con apenas 18 mil habitantes, de los cuales 80 por ciento se encuentra en condiciones de marginación alta a muy alta.
En la década de los 60, Latinoamérica presentaba un auge alfabetizador y echaba mano de todos los medios a su alcance para llegar hasta los poblados más recónditos. Fue en 1965 que se unieron entonces el Instituto Patria, la Universidad Iberoamericana y un grupo de sacerdotes jesuitas para instalar la radio alfabetizadora.
Con apenas 500 watts de potencia en onda corta, Radio Huaya comenzó a cumplir con su misión de alfabetizar a la población marginada. La altura de la ciudad permitió que pese a la limitada potencia con que contaba, la señal pudiera llegar a cinco municipios serranos, en los que no existían escuelas.
“Se utilizaban entonces radios especiales, las personas viajaban hasta las comunidades para capacitar a los alfabetizadores, llevaban los equipos y así durante una década se trabajó en la alfabetización, pero después dejó de ser funcional”, comenta la coordinadora de Radio Huaya, Sandra Luz Cruz Fuentes.
Las escuelas comienzan a llegar a estas comunidades y la Universidad Iberoamericana, decide abandonar el proyecto. Para no perder la frecuencia, en 1975 había nacido una asociación civil llamada Fomento Cultural y Educativo, quienes hacen suyo el proyecto, se convierten en el respaldo de Radio Huaya y es así como se convierte en una radio comunitaria, adoptando el nombre de “La Voz de los Campesinos”.
A partir de ese año inicia una lucha por conseguir un permiso para transmitir en frecuencia modulada (fm) que se le concede hasta 2005. A sus 40 años de existencia, la radiodifusora por fin tenía cobertura en los municipios serranos de cinco estados de la huasteca, gracias a los 10 mil watts de potencia que le concedieron.
“Han sido 50 años de lucha por ser alfabetizadora, por acompañar a los pueblos más marginados de la región y luego por ser un espacio para la gente, donde se hablaran los idiomas de la región”, enfatiza.
Radio Huaya se ha esforzado por reivindicar los derechos de los pueblos indígenas, por que se escuche su palabra, su música en su propio idioma, los grupos, bandas o tríos huastecos; transmitiendo actualmente cinco emisiones diarias en idiomas náhuatl, otomí, tepehua y totonaco.
La estación se ha convertido en un referente nacional y en el medio de comunicación por excelencia en esta zona apartada, donde las propias condiciones del terreno dificultan la introducción de servicios.
Aun así, cientos de personas se dieron cita el sábado 15 de agosto para ser parte de la celebración de los primeros cincuenta años de la radiodifusora en la región; su radiodifusora.
La música de banda sonaba cerca del centro de la ciudad, pero se podía escuchar casi desde cualquier parte de la ciudad. Frente a la casona donde se encuentra instalada, los danzantes pasan uno a uno y el sumerio se percibe entre los visitantes.
Cinco décadas de acompañar luchas, movimientos campesinos e indígenas en esta zona, en los que también se han visto afectados por intentos de represión desde el poder, como ocurrió en 1995, un año después del levantamiento zapatista en el estado de Chiapas.
El gobierno en este tiempo, al igual que siempre, temía que los pueblos indígenas se estuvieran organizando para formar una nueva resistencia. Radio Huaya transmitía en lenguas originarias desde inicios de la década de los noventas, lo que despertó el miedo entre los gobernantes y trataron de extinguir su señal.
Hasta Huayacocotla llegaron enviados del gobierno federal con la orden de cerrar la estación, con el pretexto de que no contaban con los requerimientos mínimos para transmitir, aunque en el fondo los integrantes de la radiodifusora sabían que se debía al reciente movimiento armado en el sur del país.
Ese año se da un cierre de la estación durante tres meses. Gracias a las alianzas con organizaciones internacionales como la Asociación Latinoamericana de Educación Radiofónica (ALER) y el apoyo de muchas personas que se opusieron, fue que logró ser reabierta.
Superado este episodio, la radio comunitaria ha continuado con su misión de servir de enlace entre las comunidades y las personas; a través de ella pueden saber cuando reciben alguna remesa o los saludos de familiares que han emigrado a Estados Unidos.
“La radio no se entiende sin las organizaciones, asociaciones, movimientos o la gente que llega y comparte su lucha, que llaman y exponen lo que ocurre en sus comunidades, nos llaman y nos cuentan que se encuentra una empresa minera que nos quiere quitar, empresas petroleras que nos quieren mover, pero la gente siente un respaldo, no se siente sola y su llamado resuena en otros lugares; pueblos que se hermanan al saber que otros están pasando por situaciones similares”, relata la actual coordinadora de La Voz Campesina.
Huayacocotla es un lugar de encanto, pero la belleza de sus edificaciones de piedra contrasta con las carencias de los pueblos cercanos; lugares remotos de difícil acceso y que carecen de servicios básicos como la electricidad, agua y drenaje; a los que se llega sólo caminando a través de veredas que atraviesan lo espeso del bosque.
El tronar de los cohetes de arranque resuenan y se reflejan entre las montañas; macizos cubiertos de pinos y encinos que se encuentran a la merced de taladores.
En este lugar dieron inicio las transmisiones de la primera radio comunitaria en México y cinco décadas después, siguen padeciendo la marginación y acecho de quienes pretenden arrebatarles sus riquezas naturales.
Radio Huaya se ha consolidado como un espacio de denuncia, pero también de hermandad entre los pueblos. Quedó superado el tiempo de represión, pero siguen siendo afectados por los constantes apagones de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), lo que ha silenciado sus transmisiones en repetidas ocasiones, pero el ánimo no decae y su lucha persiste.
F.LJVeracruz

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