Allá por el año 2000 se decidió que la Radio debería ser digital y se adjudicaron las frecuencias para que las emisoras adoptaran el sistema DAB
(Digital Audio Broadcasting). El sistema tenía ventajas de calidad
sobre las preexistentes AM y FM analógicas; especialmente en movilidad
ya que no era necesario resintonizar el dial para seguir escuchando la
misma emisora en cualquier lugar del territorio nacional.
Pero las empresas que habían optado a aquel concurso de asignación de frecuencias no apostaron en realidad por la nueva tecnología, no se aprovecharon de sus ventajas, no la apoyaron
para conseguir que se convirtiera en la opción mayoritaria y más de
quince años después la tecnología DAB no se ha generalizado.
Se entró en uno de esos círculos viciosos de los que
resulta muy difícil salir: los receptores para el nuevo sistema eran
caros; no había una programación suficientemente diferencial y atractiva
que justificara la compra; como no se compraban muchos receptores, no
bajaban de precio; como no hbía un parque suficientemente grande de
receptores las emisoras encontraban la disculpa perfecta para no apostar
por el nuevo sistema. El DAB fracasó en España.
No ha sido así en todos los países; hace sólo unos meses se anunció que Noruega suprimirá las emisiones en cualquier otro sistema a partir de enero de 2017. Todas las emisoras noruegas utilizan ya el DAB.
Pero que el DAB no triunfara en España, que las grandes cadenas que se habían hecho con las concesiones de frecuencias no apostaran por él no quiere decir que la Radio Digital no funcione en España.
Hace más de tres años que escribí aqui
que era la gran desconocida. Ya entonces conseguía once millones de
oyentes al mes, pero era muy poco tenida en cuenta en los planes
publicitarios. Hace dos hablaba aquide la buena salud de la radio y del fuerte crecimiento (más del 50% en
cuatro años) de su versión digital. Todos llevamos un receptor en el
bolsillo, aunque algunos aún no se hayan dado cuenta.
La semana pasada la IAB publicó el estudio que mis amigos de nPeople han elaborado sobre el audio on line. Los resultados muestran una excelente situación del medio: un 43% de los internautas escucha audio on line
(y un 55% de ellos lo hace diariamente); algunos (un 11,7% de ellos)
incluso pagan por ese servicio; la mayoría (un 60%) cree que no tiene un
exceso de publicidad, lo que la convierte en una excepción atractiva
(esto lo digo yo; no el estudio). El tiempo que cada internauta dedica
al día al audio on line asciende a 1 hora y 20 minutos.
El estudio comprueba algo que ya se intuía: el smartphone es el dispositivo mayoritariamente empleado para escuchar audio: cerca de un 90% de los oyentes lo utiliza y dos de cada tres de ellos lo hace desde aplicaciones para móvil.
Se oye a cualquier hora del día, aunque la tarde es el momento de mayor audiencia en diferido.
Este estudio viene a aportar nueva luz para el mejor conocimiento del audio on line.
En otra línea de trabajo, los estudios Vigía y Zenthinela que yo coordino ponen de manifiesto, desde hace algo más de un año, que aproximadamente un 5% de la inversión on line se dirige al audio.
La próxima semana se presenta el estudio de inversión de la IAB; espero que confirme la importancia creciente del audio on line.
F. Eduardo Medinavieta
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