Felipe tuvo que emigrar por cuestiones de trabajo. "Me fui con mi hermano pequeño a Alemania. Tenía 26 años, allí la vida es dura, si te adaptas se lleva bien, pero cuando uno se quiere salir de las normas es difícil", relata. En su trabajo en una fábrica de frigoríficos, hizo grandes amigos que le ayudaron a volver a España. "Xavir Arzalluz y yo éramos grandes amigos, él se estaba doctorando y ha venido a comer a mi casa". El político, desconocido en aquella época, fue el gancho para que volviera a Madrid al programa 'Ustedes son formidables'. "Me engaño y me dijo que tenía que venir a Madrid a dar una conferencia sobre el comportamiento de los españoles en el extranjero".
A Carmen también la engañaron. "Fue a mi casa Joaquín Prat. Me preguntó si quería ir a la radio a hablar de Felipe. Cuando llegamos, había muchos periodistas, y me dijo: ¡no hables con nadie, tú calladita!". Ese día Carmen era la estrella del programa. Tras esperar una hora, Alberto Oliveras la hizo pasar al estudio. "Me agarró por los hombros, me dio la vuelta y me preguntó ¿tú quieres verle? - Me volví y Felipe estaba enfrente". "Me quedé helada y nos dimos un abrazo", narra. Felipe solo alcanza a decir que "la reacción y la emoción muy grande".
Tras su rencuentro y la ayuda de los oyentes, a Carmen le ofrecieron confeccionar su vestido de novia. "Fui con mi suegra a casa de Antonio, nos pagó la tela, me gustó y me hizo el vestido. No he vuelto a saber nada de él", relata con tristeza. La pareja también conoció al escritor Miguel Ángel Argumosa. "Me prometió darme dinero todos los meses. Fuimos a su casa y muy amable, nos dio todo el dinero de una vez". Carmen dice que nunca se le olvidará lo que les dijo: "Si un día tenéis una necesidad, antes de que os llegue el agua al cuello, venid aquí que yo os auxilió".
Le regalaron un piso en San Blas. No les gustaba. Le ofrecieron uno en el barrio del Pilar. Tampoco le gusta. Carmen insistía en que quería estar cerca de su casa. "Yo quería uno en mi barrio, en Usera, donde he nacido y está mi familia". Finalmente se lo dieron, lo arreglaron con ayuda de sus familiares y se casaron. A Felipe, la radio le consiguió un trabajo en la calle Albuquerque en una empresa que se llamaba 'Solo gas'.
Los dos creen que "aquella época era más bonita". "Ahora solo quieren botellón", comentan entre risas. Ambos están encantados con sus hijos y nietos, aunque una viva en Zaragoza. "Carme es la mejor del mundo, es muy buena ¿qué más quiero? Ha cuidado a sus hijos, los ha llevado a un colegio muy bueno mientras yo trabajaba mucho", expresa Felipe al definir a su mujer, a la vez que se lamenta por no haber podido ocuparse más de sus hijos. Carmen, sin embargo, admite que es "más chinche, le riño y él se calla". Ambos están muy ilusionados con sus 50 años de casados. "Queremos celebrar las bodas de oro en una limusina", dicen irradiando el mismo amor que el primer díaF.SER
No hay comentarios:
Publicar un comentario