“Yo lo viví y Fernando Torres Baena se merece cumplir lo máximo de pena. Este señor es lo peor que puede haber en este mundo”.
Así se expresaba en los micrófonos de La Autonómica María (nombre ficitio), una de las denunciantes del ‘Caso Kárate’, tras conocerse la condena que se pide al principal acusado.
María describe cómo fue su paso por la academia de kárate de Torres Baena: “Estuve en ese gimnasio durante años, solo sufrí intentos, ningún ataque directo, pero sé perfectamente lo que hacen y cómo lo hacen”.
La manera de actuar de Torres Baena y todo su entorno era clara: “Intentan captar a personas que por cuestiones sociales o familiares son más débiles, que tienen algún tipo de problema, intentan incidir en ello, primero hablando, luego acogiéndote de una manera muy cariñosa, y a partir de ahí, intentan hacerte ver que ‘eso’ hace que puedes avanzar más en el deporte”.
“Eso” son las relaciones sexuales mantenidas de forma arbitraria por los acusados en el caso: “Hombres con hombres, mujeres con mujeres, hombres con mujeres, pero sobre todo, mayores con menores”, explica María.
María continúa con su relato, ofrecido hoy miércoles en ‘Buenos días, Canarias’, en el tramo conducido por Víctor Hugo Pérez: “Yo era menor cuando me intentaron captar. Lo que pasa es que también gracias a que tuve un control muy grande por parte de mis padres, de no dejarme nunca ningún fin de semana irme a la casa de Torres Baena, y tenía un control de mi horario muy grande, no pudieron hacerme nada”.
La amistad que María mantuvo con otras personas que acudían al gimnasio le ayudó a conocer de cerca el resto de los sucesos: “En un caso particular, una persona que entró en el gimnasio porque era amiga mía, como no tenían tiempo de captarme a mí, fueron a por ella. Esa niña pues tenía alguna falta familiar o falta de cariño, empezó a darme de lado a mí y empezó a integrarse más en el grupo de personas que hacen ‘eso’”.
María quiere dejar claro que no existe complot contra Torres Baena: “Me sorprende que diga que hay un complot contra él cuando somos tantas las víctimas y tantas las que han denunciado. Sé cómo es Fernando, después de tantos años sé que es una persona manipuladora, una persona que siempre me dio mucho asco, no llego a entender cómo ha podido llevar a cabo todo esto y fastidiar la vida a niños, pero lo que más me sorprende es que pudiera hacer esto con sus propios hijos”.
El comportamiento del grupo que dirigía el gimnasio era claro: “Fernando Torres Baena. María José González e Ivonne González son personas de doble cara, en un principio te tratan de una manera amable, intentan darte todo lo que puedas, ser tus mejores amigas. Cuando ya estás en ese tiempo en que intentan incidir, que tienes que ver esto de manera normal, las relaciones sexuales, que las chicas con las chicas no pasa nada, que es una manera de darte cariño, cuando ves que no permites eso y no eres vulnerable, te hacen el vacío y sacan esa otra cara que tienen y pueden llegar incluso a ser violentos. Mi experiencia personal fue que yo al rechazar este tipo de relaciones, me llegaron a gritar y a decirme de todo, insultos. Torres Baena me dijo: ‘Eres una hija de puta, tienes que ser mi putita y tienes que hacer lo que yo te diga, porque si no te vas a quedar sola”
María también explica por qué se tardara tanto en denunciar estos hechos: “Mucha gente se sorprende de que nadie denunciara, es que vives en una situación que eres menor, no sabes cómo reaccionar. Cuando sales de ese gimnasio quieres olvidar todo lo que ha pasado. Y con toda la influencia que tiene ese hombre en la sociedad, tan bien visto como deportista por todos los padres, tú ir como una niña a una comisaría, no sabes si te van a creer, y ellos te han amenazado por si dices algo”.
María indica que ella aguantó en el gimnasio porque “tenía un familiar allí, muchos teníamos familiares y aguantábamos en el gimnasio para que no les pasara nada a nuestros familiares más pequeños. Yo les llegué a amenazar alguna vez”.
Sobre Torres Banea, María lo tiene claro: “Tiene lo que se merece. Es una persona muy egocéntrica, se piensa superior a todo el mundo. Lo que más le ofende es la humillación social que vive, el estar en prisión, ese ego lo tiene roto porque todo el mundo lo ve encerrado. La pena es que esto no hubiese salido antes y no hubiese sufrido esta humillación mucho antes. Le deseo que cumpla en la cárcel toda la vida que le queda por delante, porque no es nadie para destrozar la vida a tanta gente, sobre todo a niños”.
F.RTVC
Así se expresaba en los micrófonos de La Autonómica María (nombre ficitio), una de las denunciantes del ‘Caso Kárate’, tras conocerse la condena que se pide al principal acusado.
María describe cómo fue su paso por la academia de kárate de Torres Baena: “Estuve en ese gimnasio durante años, solo sufrí intentos, ningún ataque directo, pero sé perfectamente lo que hacen y cómo lo hacen”.
La manera de actuar de Torres Baena y todo su entorno era clara: “Intentan captar a personas que por cuestiones sociales o familiares son más débiles, que tienen algún tipo de problema, intentan incidir en ello, primero hablando, luego acogiéndote de una manera muy cariñosa, y a partir de ahí, intentan hacerte ver que ‘eso’ hace que puedes avanzar más en el deporte”.
“Eso” son las relaciones sexuales mantenidas de forma arbitraria por los acusados en el caso: “Hombres con hombres, mujeres con mujeres, hombres con mujeres, pero sobre todo, mayores con menores”, explica María.
María continúa con su relato, ofrecido hoy miércoles en ‘Buenos días, Canarias’, en el tramo conducido por Víctor Hugo Pérez: “Yo era menor cuando me intentaron captar. Lo que pasa es que también gracias a que tuve un control muy grande por parte de mis padres, de no dejarme nunca ningún fin de semana irme a la casa de Torres Baena, y tenía un control de mi horario muy grande, no pudieron hacerme nada”.
La amistad que María mantuvo con otras personas que acudían al gimnasio le ayudó a conocer de cerca el resto de los sucesos: “En un caso particular, una persona que entró en el gimnasio porque era amiga mía, como no tenían tiempo de captarme a mí, fueron a por ella. Esa niña pues tenía alguna falta familiar o falta de cariño, empezó a darme de lado a mí y empezó a integrarse más en el grupo de personas que hacen ‘eso’”.
María quiere dejar claro que no existe complot contra Torres Baena: “Me sorprende que diga que hay un complot contra él cuando somos tantas las víctimas y tantas las que han denunciado. Sé cómo es Fernando, después de tantos años sé que es una persona manipuladora, una persona que siempre me dio mucho asco, no llego a entender cómo ha podido llevar a cabo todo esto y fastidiar la vida a niños, pero lo que más me sorprende es que pudiera hacer esto con sus propios hijos”.
El comportamiento del grupo que dirigía el gimnasio era claro: “Fernando Torres Baena. María José González e Ivonne González son personas de doble cara, en un principio te tratan de una manera amable, intentan darte todo lo que puedas, ser tus mejores amigas. Cuando ya estás en ese tiempo en que intentan incidir, que tienes que ver esto de manera normal, las relaciones sexuales, que las chicas con las chicas no pasa nada, que es una manera de darte cariño, cuando ves que no permites eso y no eres vulnerable, te hacen el vacío y sacan esa otra cara que tienen y pueden llegar incluso a ser violentos. Mi experiencia personal fue que yo al rechazar este tipo de relaciones, me llegaron a gritar y a decirme de todo, insultos. Torres Baena me dijo: ‘Eres una hija de puta, tienes que ser mi putita y tienes que hacer lo que yo te diga, porque si no te vas a quedar sola”
María también explica por qué se tardara tanto en denunciar estos hechos: “Mucha gente se sorprende de que nadie denunciara, es que vives en una situación que eres menor, no sabes cómo reaccionar. Cuando sales de ese gimnasio quieres olvidar todo lo que ha pasado. Y con toda la influencia que tiene ese hombre en la sociedad, tan bien visto como deportista por todos los padres, tú ir como una niña a una comisaría, no sabes si te van a creer, y ellos te han amenazado por si dices algo”.
María indica que ella aguantó en el gimnasio porque “tenía un familiar allí, muchos teníamos familiares y aguantábamos en el gimnasio para que no les pasara nada a nuestros familiares más pequeños. Yo les llegué a amenazar alguna vez”.
Sobre Torres Banea, María lo tiene claro: “Tiene lo que se merece. Es una persona muy egocéntrica, se piensa superior a todo el mundo. Lo que más le ofende es la humillación social que vive, el estar en prisión, ese ego lo tiene roto porque todo el mundo lo ve encerrado. La pena es que esto no hubiese salido antes y no hubiese sufrido esta humillación mucho antes. Le deseo que cumpla en la cárcel toda la vida que le queda por delante, porque no es nadie para destrozar la vida a tanta gente, sobre todo a niños”.
F.RTVC
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